Juguemos con arcilla
Seamos realistas, sin ánimo de hacer un juego de palabras, ponerse una mascarilla de arcilla es una sensación agradable. Todos jugamos con tierra y barro cuando éramos niños, y meter los dedos en un recipiente lleno de arcilla en polvo, hacer una pasta y untarla es algo primitivo, humano y natural... por no decir divertido. Además de la evidente sensación refrescante y calmante de la experiencia, las mascarillas de arcilla tienen multitud de beneficios para la piel y también son una gran diversión para el alma. Estas son algunas de las razones por las que la arcilla es increíble...
Los minerales son vida
Las arcillas, producto de la erosión de las cenizas volcánicas y una fuente natural de minerales, son útiles para incorporar al organismo minerales como el magnesio, el sílice y el calcio. Los minerales son la principal fuente de vida en nuestro planeta y son necesarios para todos los procesos del organismo, ayudando en todo, desde las contracciones musculares hasta la producción de hormonas. Aplicar arcilla sobre la piel es una excelente manera de infundirle minerales que le dan vida y restablecer el equilibrio.
Purificar y exfoliar
¡Adiós puntos negros!
Desobstruye los poros y elimina las bacterias
La congestión de la piel y los poros obstruidos no solo ocurren en los tipos de piel grasosa, casi todo el mundo en algún momento sufrirá de una piel opaca y sin brillo que necesita un poco de cuidado (la C significa arcilla, por supuesto). La aplicación regular de mascarillas de arcilla reduce el tamaño de los poros y expulsa la suciedad que los obstruye. Reducir el tamaño de los poros puede ayudar enormemente a mantener el rostro limpio y las imperfecciones a raya. La arcilla también contiene algunas propiedades antibacterianas: las pequeñas partículas de arcilla envuelven las bacterias y las privan de nutrición y oxígeno, eliminando las bacterias y dejando la piel con una sensación de frescura.
Así que la próxima vez que sientas la necesidad de jugar con arcilla, ¡hazlo! Tu piel brillará de agradecimiento.